Sabemos que para cualquier tipo de diabetes, el azúcar de la dieta es un punto clave en el cuál poner una especial atención. Por ello, se ha tratado, de muchas formas, buscar alternativas que nos permitan reducir o controlar su consumo sin necesidad de renunciar al placer que nos producen los alimentos dulces. Es ahí donde los edulcorantes tienen un interés debido a su gran poder endulzante y su bajo o nulo impacto sobre nuestra glucemia pero, su reputación en relación al manejo de la diabetes y, en general, su impacto sobre la salud, ha estado enormemente cuestionado.
¿Es bueno consumir edulcorantes?
Las recomendaciones internacionales nos dicen que la reducción general de carbohidratos y el minimizar al máximo el consumo de azúcar añadido son dos estrategias de tratamiento con mucha evidencia (1).
Aún así, entre los objetivos de la terapia nutritional en diabetes, la Asociación Americana de Diabetes nos dice a los profesionales sanitarios que debemos mantener el placer de comer a nuestros pacientes y darles herramientas para desarrollar patrones más saludables y no simplemente limitar en este caso el consumo de azúcar (2).
Existen un tipo de neuronas sensibles al azúcar en el hipotálamo y la ingesta de azúcares tiene efectos tanto en la actividad neuronal como en la conectividad funcional en todo el cerebro en áreas involucradas en el comportamiento de recompensa. Así, podemos decir que tenemos claro que el dulce nos produce un efecto de recompensa en el cerebro (3). Con ello, sabemos que la dieta actualmente ya no responde exclusivamente a una necesidad puramente fisiológica (hambre) para la supervivencia sino que también debe responder a nuestros gustos (impulsos hedónicos). De ahí aparece la obligación de buscar sustitutos del azúcar, pero no todos valen. Existen diversos tipos de edulcorantes que pueden ser calóricos y/o que impacten sobre el metabolismo, es decir, provoquen una respuesta glucémica.
Por ello, nos centraremos en analizar los edulcorantes sin o con bajo impacto metabólico para personas afectadas de diabetes..
Edulcorantes y su efecto glucémico
Los polioles como el eritritol, isomalta, maltitol, manitol, sorbitol y xilitol son calóricos y con efecto glucémico pero mucho menor que el azúcar o sus homólogos (que incluye la fructosa, la sacarosa, maltosa pero también miel y jarabes). Cada tipo de poliol es distinto y su absorción cambia y no es exacta para el cálculo de dosis de insulina pero la EFSA (European Food Safety Autorithy) concluye en sus informes que el uso de polioles en lugar de azúcares reduce las respuestas de glucosa tras las comidas sin aumentar de forma desproporcionada las respuestas de insulina (4). Pero su uso no es inocuo y su consumo puede provocar cuadros de hinchazón, efectos laxantes, flatulencias y diarreas. Por ello, algunas entidades como la Diabetes UK no recomienda su consumo diario (5). Deberemos prestar especialmente atención a los productos etiquetados como “apto para diabéticos” o “sin azúcar” y leer bien las etiquetas de los alimentos.
Por otro lado encontramos los edulcorantes acalóricos que serían la sacarina, el aspartamo, la sucralosa, el ciclamato, el acesulfamo k y la estevia o glucósido de esteviol. Estos edulcorantes no contienen calorías y tienen un fuerte poder endulzante.
Aunque en la literatura científica su uso no ha demostrado ser beneficioso para las personas con diabetes, tampoco ha demostrado ser perjudicial para el control de las glucemias o las complicaciones derivadas de la enfermedad (6).
Reemplazar los azúcares añadidos utilizando edulcorantes acalóricos podría disminuir no solo el consumo diario de carbohidratos sino también de calorías, lo que podría ser beneficioso para tratar la diabetes (2). Pero lo que sí debemos tener muy presente es que la substitución del azúcar por edulcorantes acalóricos en un alimentos ultraprocesado (no saludable) no hace a ese alimento más saludable y, la elección principal debería ser no consumir ese alimento. Por ejemplo, si quiero comer un producto de bollería como una magdalena, elegir la que en lugar de azúcar lleva sucralosa, no es más beneficioso para mi salud.
De hecho, lo ideal sería que si quiero consumir esa madalena de forma esporádica lo haga en su versión normal ya que su impacto sobre mi salud con un consumo ocasional es insignificante. El problema reside en querer consumir ese alimento habitualmente en una forma que podamos creer que es más saludable (con edulocorantes acalóricos en lugar de azúcar).
Más allá del impacto de los edulcorantes sobre el metabolismo y la diabetes, se ha investigado mucho su relación con otras enfermedades como el cáncer. Lo primero que debemos saber es que todos los edulcorantes comercializados son aprobados para su uso en Europa por la EFSA y en Estados Unidos por la FDA (Food and Drug Administration) y éstos tienen un límite de ingesta máximo diario de consumo establecido. Se han realizado múltiples estudios en humanos para esclarecer el tema y se ha concluido que no hay correlación entre el consumo de edulcorantes artificiales y la aparición de cáncer (incluídos el de mama, del tracto urinario, colorrectal, esófago, laringe, ovario, renal y gástrico) (7).
Por otro lado, un muy novedoso y llamativo estudio demostró hace unos años que los edulcorantes artificiales, a través de las modificaciones de la microbiota intestinal, podían provocar diferentes impactos negativos sobre la salud (8). Pero los últimos estudios en humanos han demostrado que no afectan a la composición de la microbiota intestinal (9).
Por todo ello, sabemos que el uso de edulcorantes en lugar del consumo de azúcar y sus homólogos puede ser interesante para personas con diabetes pero la ingesta de alimentos frescos sin añadir endulzantes en la práctica sería lo más recomendado.
Referencias:
- 1. Alison B. Evert, Michelle Dennison, Christopher D. Gardner, W. Timothy Garvey, Ka Hei Karen Lau, Janice MacLeod, Joanna Mitri, Raquel F. Pereira, Kelly Rawlings, Shamera Robinson, Laura Saslow, Sacha Uelmen, Patricia B. Urbanski, William S. Yancy; Nutrition Therapy for Adults With Diabetes or Prediabetes: A Consensus Report. Diabetes Care 1 May 2019; 42 (5): 731–754. .
- 2. American Diabetes Association Professional Practice Committee; 5. Facilitating Behavior Change and Well-being to Improve Health Outcomes: Standards of Medical Care in Diabetes—2022. Diabetes Care 1 January 2022; 45 (Supplement_1): S60–S82. .
- 3. Van Opstal AM, Hafkemeijer A, van den Berg-Huysmans AA, Hoeksma M, Mulder TPJ, Pijl H, Rombouts SARB, van der Grond J. Brain activity and connectivity changes in response to nutritive natural sugars, non-nutritive natural sugar replacements and artificial sweeteners. Nutr Neurosci. 2021 May;24(5):395-405. doi: 10.1080/1028415X.2019.1639306 .
- 4. EFSA. Scientific Opinion on the substantiation of health claims related to the sugar replacers xylitol, sorbitol, mannitol, maltitol, lactitol, isomalt, erythritol, D-tagatose, isomaltulose, sucralose and polydextrose and maintenance of tooth mineralisation by decreasing tooth demineralisation, and reduction of post-prandial glycaemic responses pursuant to Article 13(1) of Regulation (EC) No 1924/2006. EFSA Journal 2011;9(4):2076. .
- 5. Diabetes UK .
- 6. Lohner S, Kuellenberg de Gaudry D, Toews I, Ferenci T, Meerpohl JJ. Non‐nutritive sweeteners for diabetes mellitus. Cochrane Database of Systematic Reviews 2020, Issue 5. Art. No.: CD012885. DOI: 10.1002/14651858.CD012885.pub2. Accessed 25 October 2022. .
- 7. Liu L, Zhang P, Wang Y, Cui W, Li D. The relationship between the use of artificial sweeteners and cancer: A meta-analysis of case-control studies. Food Sci Nutr. 2021 Jun 23;9(8):4589-4597. doi: 10.1002/fsn3.2395..
- 8. Suez, J., Korem, T., Zeevi, D. et al. Artificial sweeteners induce glucose intolerance by altering the gut microbiota. Nature 514, 181–186 (2014). .
- 9. Ahmad SY, Friel J, Mackay D. The Effects of Non-Nutritive Artificial Sweeteners, Aspartame and Sucralose, on the Gut Microbiome in Healthy Adults: Secondary Outcomes of a Randomized Double-Blinded Crossover Clinical Trial. Nutrients. 2020 Nov 6;12(11):3408. doi: 10.3390/nu12113408..