Aunque lo primero que relacionamos con la diabetes cuando hablamos de alimentación son los carbohidratos, existen otros macronutrientes que también son importantes y hay que tener en cuenta.
Los hidratos de carbono son los únicos que influyen de manera directa sobre los niveles de glucosa en sangre, pero tanto las grasas como las proteínas también influyen en nuestro organismo (colesterol, ácido úrico, tensión arterial…), provocando situaciones de riesgo y empeorando nuestro estado de salud general.
Controlar la cantidad y la cantidad de los alimentos que ingerimos es vital para mantener la diabetes bajo control.
Grasas saturadas y grasas insaturadas
Estos dos tipos de grasas tienen bastantes diferencias. Las insaturadas (poliinsaturadas y monosaturadas) son grasas cardiosaludables y pueden mejorar el control de la diabetes.
Podemos encontrar este tipo de grasas en el aceite de oliva, el aguacate, el pescado azul o los frutos secos. Algunos de ellos ya los hemos destacado anteriormente en Soluciones para la Diabetes, pero siempre es bueno recordarlo.
En el lado opuesto tenemos las grasas saturadas, presentes en carnes rojas, embutidos, mantequillas y alimentos ultraprocesados. Este tipo de grasas afectan a nuestra salud cardiovascular, incrementando el riesgo de padecer complicaciones.
Recomendaciones generales sobre alimentación y diabetes
Nunca nos cansaremos de repetir que la alimentación es un pilar fundamental en el tratamiento de la diabetes. Por eso, es importante que en función de nuestra condición y las recomendaciones de nuestro profesional médico, adaptemos la dieta a nuestras necesidades.
A continuación veremos unas recomendaciones generales sobre el consumo de determinados grupos de alimentos, pero habrá que tener en cuenta que cada dieta puede ser personalizada en cada caso.
Las verduras, hortalizas, cereales, tubérculos y legumbres son muy importantes. En lo referente a otros grupos como la fruta, los lácteos y las carnes y pescados, las recomendaciones son las siguientes:
Es recomendable priorizar el pescado por encima de la carne, ya sea blanco o azul. La fruta, a pesar de que puede crear confusión y dudas si tenemos diabetes, es un tipo de alimento que no debería faltar en nuestra dieta. Sobre todo es mejor consumirla en su estado natural en lugar de en zumo, ya que conserva más nutrientes.
Por último, el aceite y los frutos secos, que ya hemos comentado que aportan grasas insaturadas a nuestro organismo, son muy beneficiosos. Los frutos secos tienden a tener un aporte calórico alto, por lo que es importante que no los consumamos en dosis elevadas.
Respecto a las bebidas, el agua es y será siempre la mejor opción. El alcohol no es recomendable en ningún caso, y las bebidas azucaradas igual.
El método del plato
Una forma sencilla de repartir de forma adecuada y proporcional los alimentos que hemos de consumir en cada comida es el método del plato. Como veréis en la siguiente ilustración, es una herramienta que nos ayudará a distribuir los grupos de alimentos de forma que cada plato contenga de forma aproximada la cantidad recomendable.
En Soluciones para la Diabetes hemos preparado un breve documento gráfico para que tengas acceso a toda esta información básica y mucho más de forma sencilla y rápida. El objetivo, como siempre, es echarte una mano para que mantengas tu diabetes bajo control.
Recuerda siempre que ante cualquier duda o modificación de la dieta, es imprescindible que consultes con tu profesional médico de confianza.