Anoche dormí fatal… ¿y hoy por qué tengo la glucosa disparada?

El sueño, una mujer despertándose

Situación real: Te levantas cansado, con dolor de cabeza y más hambre de lo normal. Te haces la medición… ¡y sorpresa! Los niveles están más altos de lo que esperabas. ¿La cena de anoche? ¿Un olvido con la medicación? ¿O será ese insomnio que arrasó con tus horas de sueño?

Bienvenido/a a uno de los grandes olvidados en el cuidado de la diabetes: el descanso nocturno.

Dormir mal desajusta más que el ánimo

Aunque no se hable tanto, la calidad del sueño puede afectar tus niveles de glucosa tanto como lo que comes. Aquí no hay magia, hay ciencia:

  • Dormir mal = más cortisol = más glucosa en sangre
  • Dormir mal = más resistencia a la insulina
  • Dormir mal = más antojos al día siguiente (sobre todo por cosas dulces y ricas en carbohidratos)

Y si vives con diabetes, eso puede convertirse en un pequeño caos glucémico sin saber por qué.

Test rápido: ¿Tu sueño está ayudándote o jugándote en contra?

  • ¿Te despiertas a menudo durante la noche?
  • ¿Sientes que no descansas aunque duermas varias horas?
  • ¿Te levantas con glucemias más altas de lo normal sin explicación clara?
  • ¿Te cuesta conciliar el sueño?

Si respondiste “sí” a más de dos… este artículo es para ti.

Un día de tu vida, visto desde el lado del descanso:

22:30 — Tu cuerpo empieza a reducir el cortisol. Es hora de desconectar. Pero ahí estás, con el móvil en la mano: Pantalla azul + notificaciones = interrupción de la melatonina, la hormona del sueño.

03:00 — Te despiertas sin saber por qué. Puede que la glucosa haya bajado (¡hipoglucemia nocturna!), o que estés roncando sin saberlo (¡apnea del sueño!).
06:45 — Suena el despertador. Te levantas arrastrándote. Tu glucosa está 30 mg/dL por encima de lo habitual. ¿Coincidencia? No lo creemos.
¿Qué puedes hacer HOY MISMO para dormir mejor y mejorar tu glucosa?
Aquí no te diremos “duerme 8 horas” y ya. Vamos a lo práctico:

Reemplaza hábitos que sabotean tu sueño:
Adiós pantallas desde una hora antes.
Bienvenida la luz cálida, una infusión de lavanda o un buen libro.

Combina sentidos: usa tus oídos para relajarte
Prueba un podcast relajante o sonidos de lluvia. Hay audios pensados para personas con diabetes que también ayudan a bajar la ansiedad.

Adapta tu dormitorio:
Haz que tu habitación sea tu cueva de descanso. Oscuridad, temperatura fresca, nada de notificaciones.(Mira tu dormitorio como si fueras un huésped de hotel. ¿Dormarías ahí?)

Cambia el chip: dormir no es “perder el tiempo”
Dormir bien = controlar mejor tu diabetes sin esfuerzo extra.

Extra tip: Usa tu glucosa para medir tu descanso (y no al revés)

En pocas palabras

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.