Blanco o azul, beneficios del pescado en la dieta

El 8 de junio es el Día Mundial de los Océanos. Hoy hablamos de uno de los tesoros que nos ofrecen, el pescado.

El pescado es parte de la dieta mediterránea

El pescado ha formado parte de la dieta de los seres humanos desde hace al menos 35.000 años. Y es que el homo sapiens sapiens ya sabía lo que era bueno, y tenía los recursos suficientes como para pescar y cocer los alimentos. Desde entonces, el pescado ha sido muy valorado por su sabor y por sus propiedades nutricionales, que no son pocas.

Propiedades nutricionales del pescado

La proteína

El pescado es un alimento que destaca por su elevado contenido proteico, equiparable al de la carne. A las proteínas de origen animal se les suele las suele denominar como completas o de alto valor biológico, ya que contienen todos los aminoácidos esenciales. No sucede lo mismo con las proteínas de origen vegetal, a las que llamamos incompletas, por lo que se deben combinar distintos alimentos vegetales (cereales y legumbres, por ejemplo) para obtener proteínas de alta calidad.

Las grasas en el pescado

En cuanto a la grasa, podríamos decir sin miedo a equivocarnos que las grasas del pescado son más saludables que las de los animales terrestres. Mientras que en la carne predominan las grasas del tipo saturadas, el pescado es rico en grasas poliinsaturadas omega 3, que ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares.

La digestión, después de comer un segundo plato a base de pescado, suele ser mucho más ligera que la que experimentamos al comer un pedazo de carne (ojo, hay carnes más «pesadas» que otras). Esto se debe a que nuestro organismo procesa mucho mejor las grasas poliinsaturadas que las saturadas.

Hidratos de carbono

Las personas con diabetes somos expertas contando carbohidratos, pues nuestra salud depende en gran medida de ello. Como bien sabrás, el pescado (tampoco la carne) no destaca por su contenido de carbohidratos, pero sí que hay que tener muy en cuenta las guarniciones. Si se acompaña con patatas fritas o asadas, pan o arroz, un plato que debería contener pocos carbohidratos puede resultar poco apropiado para personas con diabetes. Una guarnición adecuada para un plato de pescado es una ensalada variada.

Vitaminas y minerales en el pescado

El pescado es una gran fuente de vitaminas. Como otros tantos alimentos de origen animal, es rico en vitaminas del grupo B, entre las que destaca la tan preciada B12. También es rica en vitamina A, necesaria para ralentizar el envejecimiento celular y precursora de hormonas, y en vitamina E, que es un potente antioxidante y ayuda al sistema inmunitario.

En cuanto a los minerales, el pescado es rico en calcio, especialmente aquellos con espinas tan pequeñas que pueden ser ingeridas, como es el caso de las sardinas o las anchoas. También es rico en hierro, tan importante para el transporte de oxígeno y magnesio, que te ayudará a mantener un corazón saludable.

Tipos de pescado

Los mares y océanos no son precisamente pequeños. En ellos se encuentra la mayor concentración de vida en el planeta, por lo que las especies de peces son tan numerosas como variopintas. Pero no todos los peces son «pescado». El Código Alimentario Español (CAE) lo define como “todo animal vertebrado comestible, marino, de agua dulce, fresco o conservado por procedimientos autorizados”.

A grandes rasgos, y desde un punto de vista nutricional, los clasificamos en dos grandes grupos: Blanco y azul.

Pescado blanco

El pescado blanco se caracteriza por ser principalmente de origen oceánico y tener aleta dorsal. Su contenido graso no supera el 2% de su peso, por lo que es la elección si estás realizando una dieta baja en grasa.

Son pescados blancos la merluza, el rape, el bacalao, el congrio o el tan preciado lenguado entre otros.

Pescado azul

El pescado azul es contiene más grasa en su composición física. Esto no tiene por qué ser malo, ya que como hemos mencionado, su grasa es del tipo poliinsaturada, muy beneficiosa para el organismo. Aunque si el médico o el nutricionista te han recomendado perder peso, es probable que te limiten el consumo de pescado azul.

El atún, el salmón, la lamprea, la caballa, la trucha, el boquerón o la sardina, son pescados del tipo azul.

Pescado y dieta mediterránea

Como no podía ser de otra forma, una dieta que recibe el nombre de un mar ha de contar entre sus premisas con el consumo regular de pescado. En la dieta mediterránea, se recomienda su consumo entre dos y cuatro veces por semana, alternando pescado blanco y azul.


 

Queremos terminar este artículo recordando la importancia de cuidar de nuestro planeta para que este siga ofreciéndonos el sustento que necesitamos. Nuestros actos en tierra repercuten en la vida marina. El abuso de los plásticos de un solo uso y la contaminación de los ríos son ejemplos claros. Las acciones individuales tienen un gran impacto global, por lo que está en manos de cada una de las personas de este planeta, la responsabilidad de mantenerlo limpio, sano y habitable.

En el siguiente enlace, puedes acceder a la web de las Naciones Unidas para el Día Mundial de los Océanos.

¡Cuidémoslos entre todos para poder seguir disfrutando de los tesoros que nos ofrece!

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.