El tratamiento de la diabetes se sostiene sobre tres pilares básicos: alimentación, ejercicio físico y tratamiento. Este último es sin duda uno de los más engorrosos debido en gran parte a la necesidad de administrar insulina.
Con el objetivo de mantener el nivel de glucosa en sangre dentro de los baremos recomendados, antes de las comidas ha de estar entre 80 y 130 mg/dL (4,44 a 7,2 mmol/L), y después de las comidas inferiores a 180 mg/dL (10 mmol/L), necesitamos obtener la insulina mediante la medicación.
La forma más común de administrarla suele ser a través de inyecciones subcutáneas realizadas con una jeringuilla, ya que no existe un tratamiento oral debido a que la insulina se destruye en el tubo digestivo antes de poder hacer efecto. Pero existe otra opción que, sin duda, puede ayudar mucho a las personas con diabetes a llevar un estilo de vida más flexible e independiente y así mejorar el control sobre la enfermedad.
¿Qué es la bomba de insulina?
La bomba de insulina, también llamada ISCI (infusor subcutáneo continuo de insulina) es un aparato electromecánico cuya función es administrar insulina de forma continuada, a lo largo de todo el día, según la tasa basal de la persona con diabetes. La cantidad y frecuencia de las infusiones de insulina se basan en un estudio previo, realizado por el profesional diabetólogo, y que posteriormente es comunicado al paciente y sus familiares.
La bomba, del tamaño de un teléfono móvil que podemos llevar perfectamente en el bolsillo, está conectada al tejido subcutáneo mediante un catéter que termina en una cánula de plástico situada bajo la piel. El aparato lleva una pantalla que nos irá ofreciendo información y un pequeño depósito de insulina.
Sin embargo, y a pesar de ser un método automatizado, este sistema necesita una serie de administraciones de insulina adicionales, concretamente durante las comidas y en momentos de hiperglucemia. En estos casos, el usuario debe presionar el botón indicado para tal efecto.
En esta entrevista, realizada por pacientes y familiares de personas con diabetes, el doctor José Ramón Calle, doctor en medicina y especialista en endocrinología, nos habla sobre las bombas de insulina, su funcionamiento, características y algunas ventajas respecto al tratamiento multidosis.
Sin duda, la bomba de insulina es un dispositivo muy práctico. De hecho, tiene un gran potencial para facilitar la toma de insulina de las personas con diabetes. Sin embargo, no todo el monte es orégano, e incluso un aparato tan útil como éste tiene sus desventajas.
También hay que tener en cuenta que modificar cualquier tratamiento requiere de un tiempo de adaptación así que, para poder decidir qué es lo más conveniente para nosotros, es importante conocer los aspectos positivos y negativos. Veremos, a continuación, las dos caras de la moneda.
Ventajas de la bomba de insulina
- Gracias a la bomba de insulina, es posible aumentar o disminuir la tasa basal de forma temporal.
- Tiene un gran control sobre las dosis de insulina. Pueden hacerse incrementos muy pequeños, del orden de los 0,025 U/hora. Esto último es muy adecuado para lactantes y niños pequeños.
- Reduce de forma general el riesgo de sufrir hipoglucemias graves.
- Solo utiliza análogos de insulina de rápida acción.
- La bomba de insulina permite programar la tasa basal a diferentes velocidades de infusión en el transcurso del día, cosa que proporciona un ajuste más eficiente de las necesidades de insulina.
Desventajas de la bomba de insulina
- La bomba de insulina debe estar permanentemente conectada al cuerpo, a través de un catéter y sistema de infusión, la cual cosa puede resultar incómoda para muchas personas.
- Una eventual interrupción del suministro de insulina, por causas tales como la obstrucción del catéter o una disfuncionalidad mecánica, puede aumentar rápidamente la glucemia del usuario.
- A nivel estético, la bomba puede molestar al usuario, ya que en muchos casos puede verse o notarse por debajo de la ropa.
- Se trata de una opción más cara, por sus múltiples dosis de insulina.
Bombas de insulina en el ámbito deportivo
La actividad física, como decíamos al principio del artículo, es uno de los pilares fundamentales para ayudarnos a mejorar nuestro control sobre la diabetes. Sin duda, la práctica deportiva se ve altamente beneficiada por el uso de una bomba de insulina en comparación a la terapia multidosis.
Gracias a su funcionamiento, nos permite modificar la tasa basal o cortar una infusión en función de la necesidad de nuestro organismo. Además, puede programarse dependiendo de nuestra necesidad si vamos a realizar alguna actividad.
Por estos motivos, las bombas de insulina son una opción muy interesante para aquellas personas con diabetes que tengan un estilo de vida activo.
En el blog Reflexiones de un Jedi Azucarado, encontraréis un artículo sobre como ha sido su transición de un tratamiento multidosis a uno con bomba de insulina muy interesante, donde también hace mención al aspecto deportivo y a muchos otros de su día a día.
Y recordad que, si necesitáis información complementaria sobre el tema, tenéis a vuestra disposición nuestra guía práctica de las insulinas en nuestra biblioteca.
Referencias:
- A. Menarini Diagnostics. Guía práctica de las insulinas. Consultado el 21 de abril de 2024.
- CIDI Sant Joan de Déu. Ventajas y desventajas de la bomba de insulina. Consultado el 21 de abril de 2024.
- Federación Española de Diabetes. Bomba de insulina. Consultado el 21 de abril de 2024.
