La navidad es una época llena de tradiciones: la decoración del árbol, los villancicos, las comidas familiares, los regalos… Pero además, dentro de todo este ecosistema navideño, hay un día que brilla con luz propia y que tiene su buen puñado de tradiciones, solo para él. Hablamos, como no, de la noche de fin de año o nochevieja.
En nochevieja, ya hemos de haber pensado los propósitos para empezar el año nuevo con energías e ilusiones renovadas para hacer pequeños cambios a mejor en nuestra vida. También hemos de llevar ropa interior de color rojo (que dicen que hay que quemar después de usarla).
Pero la más importante, y que aunque es diferente en algunos países es a su vez bastante parecida, es comer las uvas cuando suenan las campanas dando la entrada al nuevo año.
De donde viene la tradición
Las tradiciones van pasando de generación en generación, manteniéndose vidas gracias a la voluntad de las personas. Algunas se pierden porque los tiempos cambian y no se ajustan a las nuevas costumbres que se van generando, y otras se mantienen porque son inofensivas o porque sirven para celebrar y conmemorar eventos y situaciones, como es el caso.
La tradición de las uvas en España tiene varios posibles orígenes, y todos tienen cierta lógica. Por un lado, se dice que esta tradición se inició por un excedente de uva en la cosecha de 1909. Esta gran cosecha hizo que los productores, para poder dar salida al producto, se dedicaran a venderlas como «las uvas de la suerte». Otro posible origen se debe al hecho de que la clase burguesa de finales del siglo 19, consumía uvas y champán para celebrar la nochevieja, habiendo artículos de 1894 que ya hablaban de esta costumbre, que pudo iniciarse en Madrid.
Las uvas y la diabetes
Como siempre recordamos, las personas con diabetes pueden comer de todo, salvo que tengan alguna restricción impuesta por motivos de salud. Las uvas son una fruta que posee un índice glucémico ligeramente inferior al 50 sobre 100, por lo que se considera bajo. Aun así, como todas las frutas, tienen cierto contenido en azúcar de forma natural que inevitablemente subirá nuestra glucemia.
Es importante recordar que la fruta, cuanto más madura, más azúcar contiene, por lo que es mejor si escogemos las que no están tan blanditas
La variedad que se consume en fin de año es la uva blanca, y de acuerdo a la Base de Datos Española de composición de Alimentos, tiene el siguiente valor nutricional a los 100g:
Componente | Valor | Unidad | Fuente |
---|---|---|---|
Proximales | |||
alcohol (etanol) | 0 | g | 310 |
energía, total | 284 (68) | kJ (kcal) | 236 |
grasa, total (lipidos totales) | traza | g | 258 |
proteina, total | 0.6 | g | 258 |
agua (humedad) | 82.4 | g | 258 |
Hidratos de Carbono | |||
fibra, dietetica total | 0.9 | g | 258 |
carbohidratos | 16.1 | g | 258 |
Grasas | |||
ácido graso 22:6 n-3 (ácido docosahexaenóico) | – | – | – |
ácidos grasos, monoinsaturados totales | 0.007 | g | 38 |
ácidos grasos, poliinsaturados totales | 0.048 | g | 38 |
ácidos grasos saturados totales | 0.054 | g | 38 |
ácido graso 12:0 (láurico) | – | – | – |
ácido graso 14:0 (ácido mirístico) | – | – | – |
ácido graso 16:0 (ácido palmítico) | – | – | – |
ácido graso 18:0 (ácido esteárico) | – | – | – |
ácido graso 18:1 n-9 cis (ácido oléico) | – | – | – |
colesterol | 0 | mg | 258 |
ácido graso 18:2 | – | – | – |
ácido graso 18:3 | – | – | – |
ácido graso 20:4 n-6 (ácido araquidónico) | – | – | – |
ácido graso 20:5 (ácido eicosapentaenóico) | – | – | – |
Vitaminas | |||
Vitamina A equivalentes de retinol de actividades de retinos y carotenoides | 3 | ug | 310 |
Vitamina D | 0 | ug | 258 |
Viamina E equivalentes de alfa tocoferol de actividades de vitámeros E | traza | mg | 258 |
folato, total | 6 | ug | 32 |
equivalentes de niacina, totales | 0.3 | mg | 258 |
riboflavina | 0.02 | mg | 258 |
tiamina | 0.04 | mg | 258 |
Vitamina B-12 | 0 | ug | 258 |
Vitamina B-6, Total | 0.1 | mg | 258 |
Vitamina C (ácido ascórbico) | 4 | mg | 258 |
Minerales | |||
calcio | 17 | mg | 258 |
hierro, total | 0.4 | mg | 258 |
potasio | 250 | mg | 258 |
magnesio | 10 | mg | 258 |
sodio | 2 | mg | 258 |
fósforo | 22 | mg | 258 |
ioduro | 2 | ug | 258 |
selenio, total | 1 | ug | 258 |
zinc (cinc) | 0.1 | mg | 258 |
Como es más que probable que esa noche hayamos bebido alcohol, comido un poco más fuerte de lo habitual, o incluso haber picado un poco de turrón, es importante llevar un buen control de la cantidad de hidratos que estamos consumiendo.
Una ayuda es planificar bien la cena, sabiendo de antemano qué tomaremos, y así poder adaptarnos bien a la situación. Otra, que igual cuesta un poco más a los que sean más golosos, es sustituir el postre por las uvas dentro de su planificación y ajustando la pauta de insulina al tiempo que pasaría entre una comida y las uvas.
También es importante planificar bien el tratamiento, lo que sería la dosis de insulina necesaria para hacer frente a un aumento en el consumo de hidratos. Como cuenta la Dra. Silvia Marín, Pediatra endocrinólogo del Hospital Sant Joan de Déu, en este artículo, se puede dividir la cantidad de insulina rápida entre las raciones de HC de cada comida, para saber la cantidad que nos tendremos que inyectar por cada ración de hidratos y así mantener un buen control de la glucemia.
¡Esperamos que paséis una feliz nochevieja, y tengáis la mejor entrada posible en el nuevo año!
Referencias:
- Centro para la Innovación de la Diabetes Infantil Sant Joan de Dèu. ¿Puedo comer las uvas de Nochevieja si tengo diabetes?. Consultado el 07 de diciembre de 2022.
- National Geographic. ¿Por qué tomamos uvas en Nochevieja?. Consultado el 07 de diciembre de 2022.