La actividad física es uno de los pilares fundamentales para mejorar el control de nuestra diabetes, como siempre recordamos. Existen infinidad de ejercicios y tipos de entrenamientos, que pueden variar de una persona a otra en función de su capacidad, sus intereses, o de los objetivos que nos hayamos marcado.
Hipertrofiar o tonificar nuestros músculos, la pérdida de peso, mejorar nuestra capacidad cardiorrespiratoria, o nuestra flexibilidad, coordinación y equilibrio, suelen ser algunos de los más comunes. Hoy nos gustaría hablar sobre estos últimos, los que nos ayudan a mejorar nuestro equilibrio y nuestra coordinación, y sobre su impacto en nuestra salud.
Equilibrio y coordinación para mejorar nuestro día a día
Los ejercicios de equilibrio y coordinación, son de gran utilidad para nuestro día a día. Aunque son capacidades que damos por supuesto, y que aprendemos desde bien pequeños, son aspectos que podemos mejorar y que tienen un impacto positivo en nuestra salud:
- Ayuda a prevenir caídas: Muchas caídas vienen causadas por no tener un control adecuado sobre nuestro cuerpo o sobre nuestros movimientos, o por no tener una respuesta adecuada a un resbalón o un tropiezo. Los ejercicios de equilibrio y coordinación nos permiten mejorar el control sobre nuestro cuerpo, ayudando a prevenir caídas. En personas más mayores, las caídas pueden suponer un problema en caso de fractura ósea, ya que la recuperación es más lenta.
- Mejora de la agilidad y la propiocepción: La propiocepción es la consciencia que tenemos de nuestro cuerpo en un espacio determinado. Mejorando la agilidad, y siendo más conscientes de nuestros movimientos y nuestra posición en el espacio, podremos movernos con más facilidad y rapidez.
- Fortalecimiento del sistema neuromuscular: Los músculos no solo pueden hacerse más grandes y más fuertes, sino que también pueden trabajan de forma conjunta con el sistema nervioso para la coordinación con el resto del cuerpo.
Los mejores ejercicios para mejorar la coordinación y el equilibrio
Con el objetivo de mejorar la coordinación y el equilibrio, vamos a proponer algunos ejercicios que podemos realizar en nuestra propia casa para poder practicar e ir progresando poco a poco.
Caminar sobre una superficie inestable
Ayudándonos de una almohada, una colchoneta de equilibrio, u otra herramienta que (sin que suponga un riesgo de lesión) dificulte nuestra forma de caminar de forma normal, debemos caminar poco a poco para ir aumentando el ritmo a medida que nuestros pasos son más seguros.
La arena de la playa es también una superficie irregular que dificulta nuestro paso habitual, y una opción estupenda para aquellos que viven cerca de la costa.
Hacer equilibrio sobre una pierna
Con una pared cerca, por si hemos de apoyarnos rápidamente sin riesgo, levantamos una pierna e intentamos mantenernos en equilibrio todo el tiempo que podamos. Lo ideal es evitar el balanceo causado por tener poco equilibrio, e ir mejorando poco a poco hasta poder mantenernos sobre una pierna sin apenas movernos.
Vamos alternando entre las dos piernas cuando no podamos aguantar más.
Caminar hacia atrás
En una estancia segura y despejada, en la que no podamos tropezar con nada, intentamos caminar hacia atrás poniendo un pie detrás del otro poco a poco, de forma que no nos desviemos de una línea recta (la marca de las baldosas o del suelo, o de una línea recta imaginaria si no tenemos ninguna referencia).
Parece sencillo, pero caminar de esta forma sin balancearnos demasiado, es más complejo de lo que imaginamos.
Yoga o Tai Chi
El yoga o el Tai Chi son disciplinas que requieren de una gran concentración y que promueven la coordinación y el equilibrio mediante la realización de algunas posturas que sostenemos en el tiempo, y que pueden ser más o menos complejas en función de nuestro nivel.
Son actividades de bajo impacto, que además permiten relajarnos y enfocarnos en nuestra respiración y en nuestro cuerpo mientras las realizamos, y que ayudan a conectar cuerpo y mente.
Hay otras opciones más avanzadas, que además nos permiten trabajar nuestros músculos de formas más específicas y duras, que veremos en artículos posteriores. El equilibrio y la coordinación son aspectos fundamentales que tienen un impacto mayor del que creemos en nuestro día a día, y que a menudo descuidamos para darle más importancia a ejercicios cuyos resultados son más aparentes a simple vista. Sin embargo, mejorar estas facetas también pueden ayudarnos en nuestros entrenamientos de fuera o aeróbicos, así que conviene no descuidarlos.
Y recuerda, si están planteándote iniciar en un deporte nuevo, o si tienes dudas sobre el posible impacto que estos cambios pueden suponer para el control de tu diabetes, consulta con un profesional para poder adaptar tu tratamiento de forma personalizada.