Cada año, las plantas marinas producen más de la mitad del oxígeno de nuestra atmósfera, y un árbol es capaz de limpiar nuestro aire absorbiendo 22 kilos de dióxido de carbono y liberando oxígeno a cambio.
Estos son ejemplos de la importancia de mantener el delicado equilibrio del medio ambiente, para poder seguir disfrutando de un planeta sano y vivo.