La alimentación es un pilar fundamental para las personas con diabetes, ya que puede ayudar a facilitar su control, y es necesario conocer bien aquello que comemos para adaptar tanto el tratamiento, como otros aspectos de nuestro día a día.
Comer fruta y verdura de temporada es una excelente opción, tanto para promover un consumo responsable en cuanto a la producción local de alimentos, como porque comer fruta y verdura siempre es necesario en una dieta rica y variada.
Hoy haremos un breve repaso a las frutas de la temporada de otoño, especialmente a aquellas que puedan ser más beneficiosas para la dieta de personas con diabetes debido a sus características, ¡empezamos!
Frutas de otoño
Otoño es una época del año estupenda en cuanto a las diferentes opciones de fruta que podemos escoger. Aunque a día de hoy es fácil comer alimentos fuera de su temporada, siempre que podamos, es recomendable optar por la producción local, tanto para echar una mano a los productores nacionales, como por reducir la contaminación generada en el transporte desde otros países productores.
A continuación, veremos cuáles son aquellas que destacan por tener un índice glucémico bajo, que evite picos de glucemia, como por sus características:
Naranjas y mandarinas
Dos opciones muy populares, especialmente por su versatilidad o por su forma de ser consumidas, son las naranjas y mandarinas.
Su índice glucémico es bajo (35 aproximadamente) siempre y cuando la consumamos de forma natural, y no exprimida. El zumo de naranja o mandarina contiene mucho más azúcar, debido a que para poder obtener cierta cantidad, será necesario exprimir más de una pieza.
Además, la naranja es rica en vitamina C, fibra y antioxidantes, y es una protección natural contra resfriados.
Manzana
Otra fruta muy popular es la manzana. Además de que existen muchísimas variedades, más o menos dulces o más o menos apropiadas para utilizar incluso en algunas elaboraciones culinarias, su índice glucémico también es bajo (35 aproximadamente).
Rica en potasio y Vitamina C, además de fibra, es otra buena opción para una época propensa a resfriados por el cambio de tiempo, sobre todo en zonas más frías donde el cambio es más pronunciado.
Pera
Su índice glucémico es ligeramente superior a las opciones anteriores, pero sigue siendo bajo (sobre 40). Podemos encontrar muchas variedades de peras, pero en otoño siempre es recomendable buscar las variedades seckel, anjou, concorde o las mantecosas francesas, propias de esta época del año.
La pera es rica en yodo, potasio, y fibra. Facilita la digestión y desinflama la mucosa intestinal. Además, es muy refrescante. Ideal para las zonas en las que el otoño es más cálido.
Kiwi
El kiwi es una de las fuentes de vitamina C más destacables entre las frutas, y su índice glucémico también es bajo (50 aproximadamente). Entre otras características destacables, además de su sabor, encontramos su acción antioxidante, la mejora de la piel, o la ayuda para combatir los niveles altos de colesterol.
Aunque quizás no es tan popular como las anteriores frutas de la lista, el wiki es una opción a tener en cuenta, y su sabor, como hemos dicho, es uno de sus puntos fuertes.
Uvas
En un país con una tradición vinícola tan importante, no puede faltar la uva. Aunque en este caso recomendamos su consumo de forma natural, la popularidad de la uva viene en gran parte por ser la fruta con la que se prepara el vino, y con la que celebramos las campanadas de fin de año.
Su índice glucémico también es bastante bajo (45 aproximadamente). Rica en vitamina C y B6, también aporta potasio, fitonutrientes y flavonoides.
Existen muchas variedades, especialmente para la producción de vino, pero en este caso debemos optar por las uvas de mesa como villanueva, aledo, chelva o palomino.
Estas son solo algunas opciones, pero encontramos otras como por ejemplo las ciruelas (IG 40 aprox), o el pomelo (IG 30 aprox). Informarse sobre los productos de temporada y de proximidad, como hemos comentado, ayudará a que los productores locales puedan continuar con su labor, y es más sostenible.
Conocer bien los alimentos propios de cada temporada también facilitará el poder escoger aquellos que más nos gusten, y que más convengan, según nuestras necesidades.
Como siempre, ante cualquier duda o cambio en la dieta, es recomendable consultar con un nutricionista o con nuestro médico.
