La Diabetes es una enfermedad que se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa en sangre por encima de los límites normales debido a un déficit de insulina (Diabetes tipo 1), resistencia a la insulina o ambos (Diabetes tipo 2).
La Diabetes tipo 1 se produce por un déficit de insulina causado por la destrucción de las células productoras de insulina a nivel pancreático. La insulina es necesaria para que la glucosa entre en las células del organismo.
La glucosa no es capaz de penetrar en las células debido a la falta de insulina y comienza a acumularse en la sangre, ocasionando la hiperglucemia. La ausencia total o parcial de insulina provoca la utilización de las grasas para generar energía y éstas, al transformarse, producen unas sustancias de desecho llamadas cuerpos cetónicos (ß-OHB).
Cuando los cuerpos cetónicos (ß-OHB) se acumulan en la sangre, pueden ocasionar desde una cetosis a complicaciones muy graves como la cetoacidosis diabética.
Con qué situaciones se puede encontrar un niño con diabetes
La diabetes en niños puede presentar los mismos síntomas que en adultos. Algunos de estos síntomas son:
- Mucha sed
- Mucha hambre
- Orinan con frecuencia
- Pérdida de peso
- Agostamiento físico
La cetoacidosis diabética puede ser una complicación en los niños y por ello, es importante detectarla y tratarla.
Síntomas y cuidados en niños con diabetes
Los pequeños con diabetes requieren de ciertos cuidados para asegurarnos que pueden desarrollar su vida con normalidad y evitar complicaciones derivadas de la diabetes como las que hemos visto anteriormente.
- El autocontrol de los niveles de glucosa y cuerpos cetónicos (ß-OHB) en sangre
- La administración de insulina
- El control de la alimentación
- El control y la planificación de la actividad física
- Una adecuada educación diabetológica para aprender a controlar su propia enfermedad.
Cómo se controla el nivel de glucosa y cuerpos cetónicos (ß-OHB) en sangre
Es necesario saber, a lo largo del día, cómo están los niveles de glucosa y cuerpos cetónicos del niño para prevenir situaciones de hipoglucemia, hiperglucemia y cetoacidosis diabética.
Existen medidores que analizan tanto la glucosa como los cuerpos cetónicos (ß-OHB) en sangre. Para su utilización, tan solo se tiene que seleccionar la tira reactiva que se usa en cada caso (tira de un color para medir la glucosa y tira de otro color para medir los cuerpos cetónicos (ß-OHB)), acercar la tira a la gota de sangre para que la absorba y, en unos segundos, se obtienen los resultados.
Los niños necesitan la ayuda de un adulto para comprobar y gestionar los resultados de los controles, pero conforme crecen, ellos mismos pueden realizarlos. Por eso es tan importante la educación diabetológica.
Cuáles son los valores objetivos para el control de glucosa y cuerpos cetónicos (ß-OHB) de los niños con diabetes
Cuerpos cetónicos (ß-OHB): Igual o menos de 0,6 mmol/L
Glucosa:
Antes de comer: 90-130 mg/dL
A la hora de dormir: 90-150 mg/dL
Hemoglobina glicosilada: <7.5%
Razón fundamental: Un valor menor (<7,0%) es razonable si puede encontrarse sin excesiva hipoglucemia.
Conceptos clave al establecer metas glucémicas:
Los objetivos deben establecerse de manera individualizada y los niveles de control glucémico más bajos deben estar razonablemente basados en valoraciones de riesgo-beneficio.
Los niveles de control de la glucosa en sangre deben ser modificados en niños con hipoglucemia frecuente o que desconocen su nivel de glucemia.
Los valores de glucosa en sangre después de comer deben medirse cuando haya discrepancia entre los valores de glucosa en sangre antes de comer y los valores de hemoglobina glicosilada y así ayudar a evaluar la glucemia en los pacientes con tratamiento basal/bolo.
Cómo actuar frente a una hipoglucemia
Si el nivel de glucosa es bajo, el niño presenta algunos síntomas característicos como sensación de hambre, dolor de cabeza, sudor frío, temblores, dolor de abdomen y cambios en su carácter. Ante la sospecha de una hipoglucemia, o si el control en sangre lo confirma, se debe actuar inmediatamente:
- Dar al niño de 10 a 15 g de hidratos de carbono sencillos como azúcar, zumo de frutas, una cucharada de miel o leche desnatada.
- Esperar de 10 a 15 minutos y repetir el control. Si no se ha normalizado, volver a darle 10 g de hidratos de carbono, pero de acción más prolongada como pan, galletas María o leche entera, 2 yogures naturales o una pieza de fruta.
Nunca se debe dejar solo a un niño con hipoglucemia ya que puede llegar a perder la consciencia. En este caso, no dar nunca alimentos por boca y administrar una hormona llamada Glucagón, por vía intramuscular o subcutánea que el niño debe tener pautada por su médico para estos casos.
Cómo actuar frente a una hiperglucemia
Si el nivel de glucosa es alto, el niño puede sentir dolores de cabeza, adormecimiento, sed y necesidad de orinar con frecuencia. En este caso, es posible que necesite más insulina y hay que administrarle líquidos sin hidratos de carbono, como el agua. Si tras el control en sangre, la hiperglucemia persiste, se debe contactar con su médico.
Si hay una hiperglucemia superior a 250 mg/dl, hay que hacer un control de cuerpos cetónicos (ß-OHB), ya que existe un riesgo elevado de sufrir un episodio de cetoacidosis diabética.
Si hay una confirmación de cetosis, se debe administrar una dosis de insulina según las pautas prescritas por el médico.
Cómo se administra la insulina
- El número de inyecciones de insulina diarias necesarias depende de cada niño y siempre se debe seguir, escrupulosamente, las indicaciones de su médico
- La insulina tiene que inyectarse en la grasa que hay debajo de la piel y no en el músculo
- Es importante ir cambiando el lugar donde se inyecta la insulina: abdomen, nalgas, muslos y brazos.
Se debe consultar urgentemente con el médico en caso de cetosis o cetoacidosis.
Cómo actuar frente a una cetosis/cetoacidosis diabética
De 0 a 0,4 mmol/L: No cetosis
De 0,5 a 0,9 mmol/L: Sospecha de cetosis
De 1 a 2,9 mmol/L: Cetosis establecida
Mayor o igual a 3 mmol/L: Riesgo de cetoacidosis diabética
¿Con qué elementos se administra la insulina?
La insulina puede administrarse a través de diversos elementos:
- Plumas de insulina (uso más frecuente) que contienen un cartucho de insulina de 300 UI
- Bombas de insulina que se encuentran permanentemente conectadas al cuerpo a través de un catéter
- Jeringas desechables de 1ml (100 UI*), de 0,5ml (50 UI) y de 0,3ml (30 UI).
Recomendaciones al inyectar la insulina con pluma:
- Lavarse las manos con agua y jabón.
- Colocar una aguja nueva.
- Eliminar una pequeña cantidad de insulina para asegurarse que la insulina llena toda la aguja y el aire se ha eliminado.
- Cargar la pluma con la dosis de insulina que se ha de administrar.
- Sostener la pluma en una mano y con la otra coger un pellizco.
- Inyectar de forma perpendicular.
- Soltar el pellizco.
- Contar de 5 a 10 segundos antes de retirar la aguja.
Como controlar el ejercicio físico
Ya que el ejercicio físico aumenta el riesgo de hipoglucemia es recomendable…
Antes
Controlar el nivel de glucosa en sangre. Si hay presencia de cetosis se desaconseja realizar ejercicio físico intenso
Durante
Tomar de 10 a 15 g de hidratos de carbono cada media hora para prevenir hipoglucemias.
Después
Controlar el nivel de glucosa en sangre. Tomar algún alimento si el nivel de glucosa es bajo.
Cómo controlar la alimentación
En cuanto a la alimentación, los niños con diabetes tienen que seguir una dieta equilibrada similar a la de los niños sanos, pero…
- Deben controlar el aporte de hidratos de carbono
- Tienen que respetar el reparto de las diferentes ingestas
- Deben evitar consumir grasas en caso de cetosis. Tienen que tomar alimentos con azúcar en caso de hipoglucemia.
Consejos útiles
- La dieta debe ser adecuada a la edad, sexo, actividad física y constitución corporal del niño.
- Dentro de lo posible, la dieta debe ser lo más parecida posible a la de un niño sin diabetes.
- Elegir alimentos que contengan azúcares de absorción lenta como las legumbres, los cereales integrales y las frutas ricas en fibra soluble como la pera o la manzana.
- Es importante darle alimentos ricos en omega-3, como el pescado azul, frutas y hortalizas como la fresa, el pepino o las coles.