Las ventajas de combinar el entrenamiento de fuerza y de resistencia

La actividad física es una herramienta importante para mantenernos saludables, y en el caso de las personas con diabetes no es diferente, siendo además un aspecto a tener en cuenta para mantenerla bajo control.

Existen diferentes tipos de ejercicios o deportes que están enfocados a la mejora de aspectos concretos, como puede ser la pérdida de peso, la mejora de nuestra capacidad cardiovascular, el aumento de masa muscular, etc. Eso, por supuesto, sin olvidar la parte lúdica de muchos de ellos.

El entrenamiento de fuerza, aquel enfocado a mejorar la fuerza y el volumen muscular, no es incompatible con el enfocado a mejorar nuestra resistencia y nuestra capacidad cardiovascular. La realidad es que combinar ambos es una opción de lo más interesante, y además complementaria de cara a obtener mejores resultados.

¿Fuerza o resistencia? Mejor ambos

Cuando nos planteamos combinar este tipo de entrenamiento, es importante tener claro cuál es nuestro objetivo, y si esto se adapta a nuestras necesidades, para decidir si es una buena opción, o si uno de los dos debe ser prioritario respecto al otro. Si nuestro objetivo es aumentar nuestra masa muscular, priorizaremos el entrenamiento de fuerza. Si, por el contrario, buscamos una mejora en nuestra resistencia, o la pérdida de peso, optaremos por darle más importancia al ejercicio cardiovascular.

En este sentido, las recomendaciones y beneficios que veremos a continuación serán bastante generales, y no tendrán en cuenta prioridades concretas, ya que cada persona puede tener necesidades diferentes, y sería conveniente la supervisión de un entrenador personal o un profesional del deporte.

Mejora la pérdida de peso

Lo habitual de cara a la pérdida de peso es combinar ejercicio aeróbico con cambios en nuestra dieta (menor consumo calórico para estar en déficit). Sin embargo, el entrenamiento de fuerza también es una buena alternativa para quemar calorías, así que podemos combinar días de entrenamiento aeróbico, con el levantamiento de pesas para mejorar los resultados.

Además, nos ayudará a mantener la masa muscular, que puede verse reducida con la pérdida de peso.

Mejora la capacidad cardiovascular

Otro aspecto que comúnmente se cree que solo mejora con entrenamiento aeróbico, es la capacidad cardiovascular. La realidad es que el entrenamiento de fuerza también es beneficioso, ya que aumenta la densidad capilar y la eficiencia del flujo sanguíneo en los músculos.

Ayuda a prevenir lesiones

El entrenamiento de fuerza es muy útil para prevenir lesiones, ya que la mejora muscular, de tendones y de ligamentos, hace que sea más difícil que puedan sufrir daño al realizar otro tipo de actividades. También se ve incrementada la estabilidad articular, así que son todo ventajas si practicamos ejercicios como el running o el ciclismo, por poner un par de ejemplos de deportes de resistencia.

Más músculo y menos grasa

Combinar ambos tipos de entrenamiento reducirá la grasa corporal, mientras que tonifica los músculos. Esto contribuye a mejorar la postura y también a aumentar la densidad ósea. Esto es especialmente útil a medida que avanza nuestra edad, para prevenir problemas como la osteoporosis.

Reduce el riesgo de padecer algunas enfermedades

El deporte ayuda a prevenir algunas complicaciones relacionadas con el sedentarismo y la obesidad, como problemas cardiovasculares, diabetes tipo 2, y otras enfermedades. Además, también es una parte fundamental para mejorar el tratamiento en algunas de ellas, como siempre destacamos en Soluciones para la Diabetes.