Las personas con diabetes deben poner especial atención en algunos aspectos de su día a día, especialmente en la alimentación. Aunque pueden comer de todo, han de controlar la ingesta de carbohidratos, así como cuándo los consumen y si han de realizar alguna actividad física posterior, para mantener niveles de glucosa en sangre dentro de los parámetros habituales.
Los probióticos son microorganismos vivos (bacterias y levaduras) que, cuando se ingieren en cantidades adecuadas, proporcionan beneficios para la salud, especialmente en el sistema digestivo. Se encuentran principalmente en algunos alimentos fermentados y suplementos dietéticos. Las especies más comunes son Lactobacillus y Bifidobacterium.
En este artículo veremos cuáles son las formas habituales de encontrar estos microorganismos, y qué beneficios puede aportar su consumo si tenemos diabetes.
Cómo podemos ingerir probióticos
Podemos encontrar estos microorganismos de forma natural en algunos alimentos, y también podemos obtenerlos mediante suplementación de diversas formas. A continuación ponemos algunos ejemplos:
Alimentación normal:
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- Yogur y kéfir: La forma más habitual. Productos lácteos fermentados que contienen cultivos vivos.
- Chucrut y kimchi: Coles fermentadas ricas en probióticos.
- Miso y tempeh: Productos de soja fermentada, populares en la cocina asiática.
- Kombucha: Bebida fermentada a base de té.
- Encurtidos fermentados: Como los pepinillos fermentados sin vinagre.
Suplementación:
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- Cápsulas, polvos y líquidos: Suplementos que contienen cepas específicas de probióticos.
- Probióticos de alta potencia: Suplementos diseñados para entregar grandes cantidades de bacterias específicas.
Beneficios de los probióticos para personas con diabetes
Los probióticos pueden desempeñar un papel importante en la mejora de la salud metabólica y la regulación de la glucosa en personas con diabetes tipo 1 y 2, aunque su eficacia puede variar en función de quien los tome, y de otros factores. Algunos de los beneficios más destacados de forma general son:
- Mejora del control de la glucosa: Algunos estudios sugieren que los probióticos pueden mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir los niveles de glucosa en sangre. Esto es especialmente relevante para personas con diabetes tipo 2, ya que ayuda a controlar mejor la enfermedad.
- Reducción de la inflamación: Los pacientes diabéticos suelen tener niveles más altos de inflamación crónica, que puede exacerbar las complicaciones de la diabetes. Los probióticos ayudan a regular la respuesta inmunitaria y reducir la inflamación.
- Mejora de la salud intestinal: La diabetes puede afectar la salud intestinal, alterando la composición de la microbiota. Los probióticos ayudan a restaurar un equilibrio saludable de bacterias intestinales, lo que puede mejorar la digestión y la absorción de nutrientes.
- Mejora de los lípidos sanguíneos: Algunos probióticos pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, lo que es beneficioso para las personas con diabetes, quienes tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
- Apoyo en la pérdida de peso: Mantener un peso saludable es crucial para el manejo de la diabetes tipo 2. Los probióticos pueden ayudar a regular el metabolismo y apoyar la pérdida de peso.
- Reducción del riesgo de complicaciones: Mejora de los marcadores de riesgo para complicaciones diabéticas como la nefropatía (daño renal) y la retinopatía (daño ocular).
Riesgos y consideraciones
- Infecciones: Aunque es raro, las personas con sistemas inmunitarios comprometidos (como algunos pacientes con diabetes) pueden estar en riesgo de infecciones causadas por los probióticos, especialmente si los suplementos no se manejan adecuadamente.
- Reacciones alérgicas: Algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas, especialmente si son alérgicas a algunos de los ingredientes de los alimentos o suplementos.
- Distensión abdominal y gases: Especialmente al inicio de la suplementación, algunas personas pueden experimentar síntomas digestivos leves como hinchazón, gases o malestar estomacal.
- Desregulación metabólica: En casos raros, los probióticos pueden interferir con los tratamientos convencionales para la diabetes, afectando la efectividad de ciertos medicamentos.
- Calidad del producto: La efectividad de los probióticos depende de la cepa específica, la dosis y la viabilidad del producto. Es crucial elegir productos de alta calidad y consultar con un profesional de salud antes de empezar la suplementación.
Conclusiones y recomendaciones
- Consulta médica: Es esencial que cualquier persona con diabetes consulte a su médico antes de comenzar a tomar probióticos, ya que podrían interactuar con medicamentos y tratamientos actuales.
- Elección de cepas específicas: No todos los probióticos son iguales. Cepas como Lactobacillus rhamnosus, Lactobacillus casei, y Bifidobacterium pueden ser las más beneficiosas, pero una vez más, correspone a un profesional de la salud realizar este tipo de recomendaciones según el caso.
- Consumo equilibrado: Se recomienda comenzar con alimentos fermentados antes de optar por suplementos, ya que es una forma más natural de introducir probióticos en la dieta.
Los probióticos ofrecen un enfoque prometedor para mejorar la salud de las personas con diabetes tipo 1 y 2, pero su uso debe ser parte de una estrategia integral de gestión de la diabetes que incluya dieta sana y variada, ejercicio y una correcta adherencia al tratamiento.
Referencias:
- Medicina clínica. Efectos del suplemento de probióticos en pacientes con diabetes mellitus tipo 2: metaanálisis de ensayos aleatorizados. Consultado el 11 de septiembre de 2024.
- Journal of Translational Medicine. The effects of probiotics supplementation on glycaemic control among adults with type 2 diabetes mellitus: a systematic review and meta-analysis of randomised clinical trials. Consultado el 11 de septiembre de 2024.
- Hospital Clínic de Barcelona. ¿Sería posible tratar la obesidad y la diabetes tipo 2 con probióticos?. Consultado el 11 de septiembre de 2024.