¿Son malos los picos de insulina?

Sistemas de inyección de insulina

Nuestro organismo es una máquina perfectamente diseñada para trabajar según las diferentes necesidades que tengamos en cada momento. Por ejemplo, cuando comemos o bebemos algún tipo de alimento o producto que contiene hidratos de carbono, nuestro páncreas libera insulina.

La insulina es una hormona que cualquier persona con diabetes conoce bien su función.

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Esta hormona ayuda a regular la cantidad de glucosa en sangre, gracias a que contribuye a que esta penetre en las células para poder obtener energía. Las personas con diabetes pueden tener dificultad para producir esta hormona, o bien la que producen no es de suficiente calidad o no se produce en suficiente cantidad, y por este motivo necesitan obtenerla de forma externa en el caso de la diabetes tipo 1.

El aumento de la glucosa en sangre viene derivado de varios factores, entre los que encontramos la cantidad de carbohidratos que comamos, el tipo de absorción de estos (rápida o lenta), el momento del día o la actividad que hayamos hecho o estemos haciendo. Si aumenta la glucemia (nivel de glucosa en sangre), nuestro organismo responde liberando insulina. Pero, ¿qué ocurre si hacemos que nuestro organismo deba producir mucha insulina de golpe?

Qué es un pico de insulina

Un pico de insulina es un fenómeno que tiene lugar cuando nuestro nivel de glucosa en sangre sube de forma significativa después de una comida. Como comentábamos anteriormente, la respuesta de nuestro organismo ante este aumento es liberar insulina para sacar la glucosa del torrente sanguíneo, y llevarla a las células. Si el aumento es brusco, la reacción natural es liberar una gran cantidad de insulina para poder hacer frente a esta demanda.

Lógicamente, en personas con diabetes salgen.it que estén bajo tratamiento con insulina, necesitarán tener en cuenta la cantidad y tipo de hidratos para poder calcular el bolo de insulina que necesiten en ese momento, pero cuanto más progresivo sea el aumento de la glucemia, mejor.

Esto puede conseguirse mediante la ingesta de alimentos con un índice glucémico bajo, o de hidratos de absorción lenta, como verduras y hortalizas, o harinas integrales de maíz, avena o trigo, cereales integrales como la cebada o la quina, frutos secos, o lácteos, entre otros. También podemos conseguirlo si incorporamos alimentos con fibra a la comida, o con grasas saludables, que ralentizan la absorción de hidratos de carbono.

Por qué no son buenos los picos de insulina

Si tenemos un pico de insulina, significa que nuestro nivel de glucosa ha subido suficiente como para que la respuesta deba ser acorde a esta subida. Los aumentos repentinos de nuestra glucemia no son recomendables, independientemente de si tenemos diabetes o no, por diversas razones:

  • Puede aumentar la resistencia a la insulina: La resistencia a la insulina implica que las células de los músculos o el hígado no son capaces de absorber la insulina de forma sencilla, haciendo que sea necesario producir o inyectarse más insulina.
  • Puede aumentar el peso corporal: En relación con el punto anterior, el aumento de grasa abdominal puede tener relación con los picos de insulina, ya que cuando las células han obtenido toda la glucosa que necesitan, la insulina lleva el exceso a los adipocitos (células de grasa).
  • Aumento del riesgo de diabetes tipo 2: Cuanto mayor sea la resistencia a la insulina, mayor es el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Al no poder utilizarse de forma efectiva la insulina, el riesgo de mantener nivel de glucosa elevados de forma habitual aumentan también.
  • Aumento del riesgo de padecer problemas cardiovasculares: Una vez más, la resistencia a la insulina y las hiperglucemias que pueden derivar de estos picos de insulina prolongados, pueden favorecer la aparición de problemas cardiovasculares.
  • Cambios en el apetito y en los hábitos alimenticios: Tras un pico de insulina, puede que los niveles de glucosa caigan de forma brusca tras su rápida absorción por las células. Esto puede derivar en sensación de hambre y de falta de saciedad, llevándonos a comer más de lo conveniente.

Como vemos, los picos de insulina están directamente relacionados con el aumento de la glucosa en sangre.
Aunque no tengamos diabetes, es conveniente controlar estos aumentos precipitados para evitar complicaciones a largo plazo como las que hemos visto en los puntos anteriores.

Si tenemos dudas sobre temas relacionados con la diabetes, alimentación, o con algunos aspectos relacionados, debemos consultar con un profesional médico que nos aconseje y revise nuestro caso de forma personalizada.

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.