Hoy en día viajar es una actividad muy placentera y extendida en todo el mundo. Podemos viajar a cualquier rincón en pocas horas o días, ya sea en avión, barco, tren, coche o mediante nuestros propios pies.
Para las personas con diabetes no debería de existir ninguna limitación en la frecuencia, tipo de viaje o actividad realizada en él, aunque es verdad que algunos destinos requerirán de una mayor preparación.
Los profesionales sanitarios pueden ayudar y ofrecer consejos y recomendaciones para que estas personas puedan viajar de manera segura y exitosa a través de una buena planificación y algunas consideraciones para manejar su diabetes durante este periodo de tiempo.
Antes de viajar
Se recomienda visitar al equipo médico entre dos y cuatro meses antes del viaje para poder planificarlo con suficiente antelación. En la siguiente infografía podrás ver las recomendaciones que deberías tener en cuenta cuando estés preparando tu próximo viaje:
En resumen, debes tener en cuenta:
- La medicación que necesitarás
- El material, tanto desechable como reutilizable, que debes llevar
- Informes médicos que puedan ser útiles en caso de sufrir alguna complicación
- Posibles cambios en el tratamiento por cambios de hora o hábitos
- Intentar llegar al viaje con un buen control glucémico
Ten en cuenta que cuanto mejor sea el control glucémico antes del viaje, más fácil será el ajuste del tratamiento y el control de la diabetes durante el mismo.
Durante el viaje
Durante el viaje, es frecuente que empeore el control glucémico o que fluctúe más de lo habitual. Esto es debido sobre todo a cambios en la rutina como:
- Cambios en la alimentación, como el tipo de comida que según el destino puede ser muy diferente, o los horarios en los que solemos comer
- Menos actividad física, o actividad física diferente a la habitual al no hacer el mismo deporte, o que el destino sea de relax y no hagamos apenas ejercicio
Ten en cuenta que tanto la conservación de la insulina, como la medicación, son aspectos importantes cuando tengamos que desplazarnos. Hemos de llevar en el equipaje de mano aquello que podamos necesitar con mayor urgencia, y que podamos acceder a ello de forma rápida y fácil.
Si quieres más información sobre la conservación de la insulina, puedes leer nuestro artículo sobre cómo conservar la insulina correctamente.
Si viajas en coche…
Cuando viajamos en coche, un aspecto clave es mirar la glucosa antes de empezar a conducir para no ponerse en peligro a uno mismo ni al resto de conductores en el caso de que apareciera una hipoglucemia (bajada de glucosa).
- Controlar la glucosa antes de conducir. Si la glucosa está <100 mg/dl, se debe tomar un suplemento de hidratos de carbono para que la glucosa aumente.
- Realizar paradas frecuentes para descansar, estirar las piernas y comprobar que la glucosa está en valores correctos.
- Limitar las horas de conducción.
- Respetar los horarios de las comidas y la toma de medicación.
- Hidratarse bien.
- Tener a mano hidratos de carbono para tratar o prevenir una hipoglucemia. Ante el mínimo síntoma de hipoglucemia, parar el coche en la calzada y no retomar la marcha hasta que la glucosa esté >100 mg/dl y los síntomas hayan desaparecido.
- No dejar la insulina al sol ni dentro del coche si este se encuentra a >30 °C. Si es el caso, utilizar bolsas de frío para mantener la insulina en buenas condiciones.
Si viajas en barco…
Los barcos de pasajeros, ferris y cruceros suelen tener servicio de bar o restaurante, de manera que es fácil encontrar comida en todo momento.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta es el posible mareo y vómitos que puede sufrir la persona, con la consecuente hipoglucemia, sobre todo si se ha administrado insulina previamente.
Si la persona con diabetes se marea con facilidad, viajar en barco no sería la mejor opción, ya que en caso de una hipoglucemia por mareos y vómitos será más difícil de remontar. Es importante que haya una persona que sepa cómo actuar en caso de una hipoglucemia grave y usar el glucagón.
Si viajas a pie…
Cuando el medio de transporte son los propios pies, por ejemplo si hacemos excursiones muy largas, o en casos similares a hacer el Camino de Santiago, es importante tener algunas consideraciones en cuenta:
- Evitar andar o acampar solo.
- Utilizar calzado cómodo y ya utilizado previamente. No andar descalzo y revisar el calzado antes de usarlo. Tener especial cuidado en caso de polineuropatía diabética.
- Informar a los familiares, amigos o al personal donde se esté alojado de la ruta que se hará y a qué hora se pretende volver.
- Llevar encima la medicación necesaria y de sobras para cualquier incidencia que pudiera ocurrir.
- Llevar el glucagón y asegurarse que el acompañante sabe administrarlo correctamente.
- Asegurar un aporte suficiente y extra de agua y comida.
- Si la actividad física que se hará es superior a la habitual, reducir antes la medicación hipoglucemiante.
Si quieres tener toda la información a mano sobre viajar con diabetes, puedes descargar nuestra guía práctica. Recuerda consultar con tu médico cualquier duda que pueda surgirte en relación con el tratamiento, la alimentación, o los posibles cambios que puedas experimentar durante el viaje.