Adaptación a la diabetes

Factores que favorecen la adaptación

El diagnóstico de una enfermedad crónica, con su pérdida de potencial de integridad física y psicológica, afecta el estado de ánimo y desencadena una serie de mecanismos para protegerse de la angustia. Por lo tanto, una correcta adaptación a las nuevas rutinas que implica tener una enfermedad de este tipo, es esencial para lograr una mayor calidad de vida y el mayor bienestar posible.

Una correcta adaptación a las nuevas necesidades y rutinas que implica tener una enfermedad crónica, es esencial para lograr una mayor calidad de vida y el mayor bienestar posible. El apoyo del profesional de la salud, el entorno familiar y el apoyo psicológico, serán fundamentales para digerir esta nueva situación y verla como un nuevo reto para mejorar en salud.

En la diabetes, como en cualquier enfermedad crónica, la actitud del paciente influye enormemente sobre los resultados, razón por la que los aspectos psicológicos deben ser considerados al mismo nivel de importancia que los biológicos. Aunque parezca contradictorio, para muchas personas la detección de la diabetes es el principal motivo para llevar una mejor alimentación y dedicar tiempo a cuidar su cuerpo con mayor actividad física diaria.

Fases de la adaptación a la diabetes

El proceso de adaptación a la enfermedad se produce a través de diferentes fases:

  • Negación (”Se han equivocado, yo no tengo diabetes”, «Me voy a curar»…)
  • Rebeldía o ira (”¿Por qué me ha tocado a mí?”). A menudo asociado a la búsqueda de un culpable externo.
  • Negociación (“Tengo diabetes pero no voy a ponerme insulina”)
  • Depresión (”Tendré complicaciones”, ”No seré como antes”…)
  • Adaptación (“Perderé los kilos que me sobran, me encontraré más ágil y además bajará el colesterol”) La persona con diabetes y la familia se dan cuenta que se puede seguir viviendo con la limitación y disponer de buena calidad de vida.

A lo largo del transcurso de la enfermedad es frecuente la aparición de temores a las posibles consecuencias (alteraciones de la visión, lesiones en los pies) así como el hecho de cuestionarse la aceptación por el entorno social habitual o el sentimiento de pérdida del estilo de algunos factores personales que contribuyen a un control óptimo.

El control de la enfermedad y el bienestar psíquico mejoran cuando las creencias y sentimientos del paciente y sus familiares respecto a la diabetes afloran y se discuten abiertamente con el equipo de salud.

Factores personales para un control óptimo

  • Estado de ánimo estable, con poca tendencia a la fluctuación.La adaptación a la diabetes es imprescindible para lograr el bienestar
  • Objetivos realistas, sin establecer control obsesivo sobre las pautas de tratamiento.
  • Motivación por el auto cuidado, aunque no debe olvidarse que esta actitud no siempre será constante y que existen períodos (pubertad, separaciones afectivas, luto…) caracterizados por un cierto abandono, que deben ser considerados normales en el proceso a largo término.
  • Capacidad de control por sí mismos, es decir el convencimiento de que las cosas suceden dependiendo de lo que uno haga o también con la ayuda externa de la familia y/o el equipo sanitario.
  • Nivel bajo o moderado de estrés.

Factores sociales para un control óptimo

  • Adaptación social a la diabetesEquipo asistencial accesible.
  • Apoyo social, afectivo y laboral.
  • La comunicación emocional con la familia, los amigos y la pareja.
  • Desarrollo de las expectativas de futuro deseadas (deseos de viajes, salidas, ambiciones profesionales, etc.).
  • Pertenencia a asociaciones de personas con diabetes, que permiten compartir información, reivindicar derechos y obtener apoyo social.
  • Modelos de referencia como algunas personas de la vida pública, (deportistas, actores, políticos…) que tienen diabetes

 

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La presente información ha sido actualizada a fecha de 01/04/2020