El agua, sin ninguna duda, es la bebida más saludable que existe y es fundamental beberla para el bienestar de nuestra salud. Ahora bien, existen multitud de bebidas que podemos consumir, ya sean más o menos perjudiciales para nuestro organismo.
La recomendación, a personas con diabetes, de bebidas naturales y saludables por encima de otras no implica que para una persona que no padezca diabetes sí sean recomendables. Como ya sabéis, el abuso del alcohol y las bebidas azucaradas tienen un impacto bastante negativo en nuestro organismo.
Cualquier bebida que ingerimos también forma parte de la dieta y importante tenerla en cuenta, igual que los tipos de comida, si es adecuada y equilibrada o, por el contrario, no lo es.
Agua y bebidas no alcohólicas
Las personas con diabetes han de tomar tanta agua como necesiten. Estas necesidades se ven incrementadas en el momento de descontrol de la glucemia debido a la poliuria (volumen de orina superior al normal). La toma de líquidos en estas circunstancias compensa y evita la deshidratación, por lo que el agua es la mejor opción para hidratarnos, así como la más barata y saludable.
Las infusiones sin azúcar también son un buen aliado para prevenir la deshidratación, el café sin azúcar o con edulcorantes acalóricos está permitido dentro de los límites generales recomendados.
Las bebidas tipo sodas azucaradas están totalmente desaconsejadas, ya que su ingesta provoca picos de glucemia muy pronunciados y altera nuestros hábitos alimenticios. En el caso de bebidas light debemos constatar que realmente sean sin azúcar. Se permiten aquellas que contienen únicamente edulcorantes acalóricos.
Los zumos de fruta naturales tampoco se recomiendan (se pueden tomar esporádicamente), ya que su alta concentración en fructosa también nos provocará un pico pronunciado de azúcar en sangre. También debemos asegurarnos de que no lleve azúcar añadido, ya sea un zumo natural o industrial.
Bebidas alcohólicas
El alcohol ingerido moderadamente no presenta riesgos especiales para las personas con diabetes, pero su consumo nunca es recomendable.
Hay que tener en cuenta algunas circunstancias como la posibilidad de que se presente una moderada hipoglucemia debida a la inhibición de la síntesis de glucosa en el hígado como efecto del alcohol, el elevado valor energético de este tipo de bebidas, la posible afectación en los hábitos alimentarios, o probables molestias tipo náuseas en las personas que toman hipoglucemiantes orales.
Es preferible tomar las bebidas alcohólicas durante las comidas. Si lo tomamos fuera de horas es conveniente reforzarlo con una ingesta de carbohidratos para evitar un efecto hipoglucemiante.
Por este motivo, el consumo de alcohol debe ser moderado. Como máximo puede formar parte en la comida y la cena en forma de vino o cerveza y evitando especialmente bebidas de alta graduación, que a menudo contienen un alto contenido de azúcar.
Cada gramo de alcohol contiene 7 Kcal (casi el doble que un gramo de carbohidratos), por este motivo está totalmente contraindicado en personas con sobrepeso u obesidad.
Resumiendo, la persona con diabetes puede tomar cantidades moderadas de alcohol, aunque como norma general es preferible evitarlo.
Referencias:
- Centro para la Innovación de la Diabetes Infantil Sant Joan de Déu. Diabetes y alcohol: lo que hay que saber antes de salir de fiesta. Consultado el 26 de julio de 2024.
- About. Bebidas recomendadas para diabéticos. Consultado el 26 de julio de 2024.
- Sanar. Bebidas para diabéticos. Consultado el 26 de julio de 2024.