La diabetes es debida a la falta de secreción de insulina por parte del páncreas y/o a la disminución de su efecto. Dado que esta hormona tiene la misión de transformar en energía los hidratos de carbono de los alimentos, su defecto origina un aumento del azúcar en la sangre. El páncreas de las personas que padecen diabetes no produce insulina, o bien su cuerpo tiene resistencia a la acción de esta hormona, de manera que la glucosa no entra en las células y se queda en la sangre, donde aumenta su nivel.
Ya sea por no haber seguido correctamente el tratamiento o no haber seguido las recomendaciones de nuestro especialista -la adherencia al tratamiento es muy importante-, estas complicaciones pueden presentarse en diferentes órganos, por lo que puede tratarse de complicaciones agudas y/o crónicas.
Complicaciones agudas
A pesar de que hay muchas más, en este post comentaremos cuatro tipos de complicaciones agudas en las personas con diabetes: la cetoacidosis diabética, el coma hiperglucémico, la hipoglucemia y la hiperglucemia.
Hiperglucemia
La hiperglucemia es, como el mismo nombre indica, un aumento del azúcar en sangre por encima de los niveles recomendados. Esto puede ocurrir debido a que el nivel de insulina en el cuerpo es bajo, ya sea por no habernos inyectado la suficiente insulina, por estrés o por haber comido más de lo que debíamos y teníamos planificado.
Los síntomas relacionados con la hiperglucemia van desde un nivel alto de azúcar en sangre, que veríamos una vez hecha la correspondiente medición, hasta un aumento en la sed y las ganas de orinar.
Para prevenir las hiperglucemias lo ideal es realizar mediciones frecuentes, tener una correcta adherencia al tratamiento y respetar la dieta para evitar comer más de lo planeado, evitando así el aumento de azúcar en sangre.
Hipoglucemia
Su causa es una reducción importante del aporte de glucosa al encéfalo. Es frecuente en diabéticos, sobre todo en los tratados con insulina. Se presenta cuando los niveles de glucosa en sangre son inferiores a 55 miligramos por decilitro de sangre.
Los síntomas son el exceso de sudor, la palidez, agitación y confusión, y la disminución de la consciencia. Suele ser provocado por una dosis excesiva de insulina, una ingesta insuficiente, el ejercicio físico intenso, un estado de vómitos y diarreas, o una ingesta excesiva de alcohol.
En este caso, se debe administrar azúcar diluido en agua o si el paciente está inconsciente, administrar glucagón para evitar una posible asfixia.
Cetoacidosis diabética
Se produce cuando el organismo no puede utilizar la glucosa como fuente de energía debido a que no tiene suficiente insulina y utiliza los lípidos (grasas de reserva) para obtenerla. El producto de la combustión de los lípidos son los llamados cuerpos cetónicos o cetonas, que se acumulan en la sangre y dan lugar a que esta adquiera un ph más ácido.
Es frecuente en la diabetes tipo 1 y muy poco frecuente en diabetes tipo 2. Se caracteriza por una elevada hiperglucemia y deshidratación, los síntomas son la polidipsia (sed insaciable), poliuria (muchas ganas de orinar), somnolencia, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
En caso de cetoacidosis se debe administrar rápidamente insulina para regular la glucosa en sangre y volver a una situación de normalidad metabólica.
Coma hiperglucémico hiperosmolar
Se caracteriza por una hiperglucemia severa, intensa deshidratación e hiperosmolaridad (sangre más concentrada de lo normal a consecuencia de la deshidratación). En este caso no hay acidificación (no se producen cuerpos cetónicos), y afecta a personas sin diabetes previa o con diabetes del tipo 2 que no controlan la enfermedad.
La causa principal es la incapacidad de las células del organismo para captar la glucosa, causando que esta permanece en la sangre, en este caso, la insulina no permite que se formen los cuerpos cetónicos.
En algunos casos puede ser debido a una infección, a situaciones de mucho estrés, o a medicamentos mal administrados que hacen aumentar la pérdida de líquidos y disminuyen la tolerancia a la glucosa.
Los síntomas son parecidos a los mencionados en la cetoacidósis, además de una intensa fatiga y de la disminución del nivel de consciencia que puede llegar a provocar coma.
Esta es una situación grave que puede provocar la muerte si no se activa rápidamente a los servicios de emergencia. El tratamiento consiste en la administración de líquidos, potasio e insulina por vía intravenosa.
Podéis encontrar la Guía práctica de las complicaciones agudas en la biblioteca de Soluciones para la diabetes.
Complicaciones crónicas
No tener un control continuo de glucosa y padecer altos niveles de glucosa en sangre constantemente puede provocar enfermedades graves que afecten al corazón, riñones, ojos, etc.
Enfermedades de los vasos sanguíneos y del corazón
Las personas con diabetes tienen un riesgo muy
alto de padecer una enfermedad cardiovascular
(CVD) y cerebrovascular. Si existen antecedentes
familiares, el riesgo es aún mayor.
Para prevenir este tipo de enfermedades cardiovasculares es importante que las personas con diabetes controlen, además de la glucosa en sangre, ostros factores de riesgo como tener una glicada alrededor del 7% y seguir un buen control con su profesional sanitario. Además, se recomienda vigilar el sobrepeso, realizar ejercicio, controlar el funcionamiento de los riñones, no fumar, etc.
Enfermedad renal crónica
La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es causada por el daño que a los vasos sanguíneos y que pueden provocar que los riñones sean menos eficientes, e incluso, su fallo.
Se estima que el 28% de las
personas con diabetes tipo 2
(DM2) tienen una enfermedad renal crónica (ERC).
Aumenta con el envejecimiento y es por lo tanto
una de las complicaciones más frecuentes.
Para prevenir la ERC es necesario un buen control glucémico y de tensión arterial para controlar el correcto funcionamiento del riñón. Además, existen algunos fármacos que ayudan a enlentecer y frenar el daño ya ocasionado por la diabetes en los riñones.
Enfermedad de los ojos y de la retina
Con el tiempo, la diabetes puede afectar a la capa más sensible e importante del ojo, la retina. La retina se sitúa en la parte posterior y nos permite ver la luz y los colores.
¿Cómo se puede prevenir la retinopatía?
- Mantenga un buen control de hemoglobina glicosilada o HbA1c alrededor del 7%, de tensión arterial(menos de 135/85) y de colesterol.
- Consulte a su médico de familia para realizarse en su Centro de Salud una revisión de fondo de ojo en el momento del diagnóstico de su diabetes y posteriormente cada 1-2 años según la evolución de cada caso.
- En caso de afectación es preciso ser derivado y evaluado por un oftalmólogo.
Enfermedad de los pies
La diabetes mal controlada puede lesionar los nervios de las extremidades del cuerpo a lo largo de los años. Es la llamada neuropatía periférica.
De igual manera, con el tiempo, la circulación de las piernas y los pies se ve afectada. Es la llamada arteriopatía periférica.
Muy a menudo suceden ambos problemas y la persona pierde la sensibilidad de la piel para poder notar lesiones como ampollas o cortes, a la vez que pierde el riego sanguíneo, haciendo más dificultosa su curación.
Disfunción sexual
La testosterona baja es común en los hombres con diabetes tipo 2, cuyos síntomas pueden incluir:
- Disfunción eréctil.
- Interés disminuido en el sexo.
- Masa magra del cuerpo reducida.
- Ánimo triste.
- Falta de energía.
Entre el 34% y el 45% de los hombres adultos con diabetes presentan problemas de erección. Se ha demostrado que afecta negativamente a la calidad de vida a cualquier edad.
Podéis encontrar la Guía práctica de las complicaciones crónicas de la diabetes en la biblioteca de Soluciones para la diabetes.
Referencias:
- La Guioteca. Las complicaciones que trae la diabetes. Consultado el 21 de enero de 2020.
- American Diabetes Association. Hipoglucemia. Consultado el 21 de enero de 2020.
- Soluciones para la diabetes. Guía práctica de las complicaciones crónicas. Consultado el 21 de enero de 2020.
- Soluciones para la diabetes. Guía práctica de las complicaciones agudas. Consultado el 21 de enero de 2020.